Mientras me cosían los puntos en el hospital, me preguntaba cómo había llegado tan lejos con mi malgenio. Mis amigos me contaron que la traza de sangre había quedado por todo el camino que recorrimos a pie hasta urgencias.

Desde mi adolescencia el malgenio fue una constante en mi vida, explotaba con facilidad y por cualquier razón, los episodios no eran nada agradables, inclusive fue la causa de la ruptura de una de mis relaciones con la cual llevaba 5 años, lo que hoy en día agradezco que sucediera.

Romper un espejo con la mano y dañarle a mi familia el 31 de diciembre no fue el final de mis malos momentos, pero si lo fue la reflexión que hice después de que mi novia de adolescencia me terminara por mis constantes estallidos sin razón. Tuve que reflexionar durante un año para darme cuenta de mi problema e iniciar mi tratamiento.

El malgenio es una enfermedad parecida al alcoholismo, el primer paso para empezar a recuperarte es reconocer que lo tienes. El segundo paso es buscar ayuda médica.

Después de ir a tres doctores conseguí a la siquiatra que me solucionó el problema con una transición suave y sin necesidad de muchos medicamentos. Ella es siquiatra y psicoanalista, se llama Esperanza Patricia Martinez. Bogotá 301 4142918. Fijo 2369677. La recomiendo 100 por ciento.